Ya no soy la misma





Hoy no soy la misma persona que fui ayer. No me reconozco. He ganado autodominio y capacidad de ser lo que quiero ser. Curiosamente, esto lo he logrado a partir de la más dolorosa experiencia, de la situación que tuve que afrontar. Y hoy, me siento maravillosamente feliz.

Hoy voy a contar mis cosas más íntimas, las voy a decir. No me avergüenzo, las públicas ya las tenéis en el periódico.

Hace tan sólo 10 meses, vivía cómodamente en un precioso piso de 120 m2 , con vistas espectaculares. Compartía mi hogar con mi novio de hacía 14 años, una persona con la que no me sentía feliz pero me daba una seguridad afectiva. Gozaba de una economía saludable y por eso me podía permitir comprar lo que deseara y viajar dónde se me antojara.

Teníamos un numeroso grupo de amigos con los que compartíamos charlas entretenidas y con los que nos divertíamos sin parar. Siempre estábamos acompañados por gente, comíamos en los mejores restaurantes si nos daba la gana. Nos permitíamos caprichos caros. Cuando salíamos de fiesta nos emborrachábamos y fumábamos. Hacíamos locuras, ciertamente. Pero nos lo pasábamos bien, muy pero que muy bien.

No quiero decir que no fuéramos responsables y laboriosos en cuanto a nuestro trabajo. Eso más bien al revés. Nuestros respectivos trabajos requerían un esfuerzo notable pero compensaba el poder llevar el vertiginoso tren de vida. Éramos jóvenes, libres, teníamos salud, amigos, amor y dinero. Y por supuesto, lo disfrutábamos al máximo.

Hasta el día que cosas personales iban muy torcidas y no se podían enderezar por mucho que quisiéramos.

Un punto y final. 

Luego empezó otra etapa más liberadora pero más dura también. Tuve que afrontar los problemas económicos, irme a vivir a un loft de 40 m2 con mi perro, me quedé casi sin amigos, ni dinero para salir, tuve que contratar un abogado, que sufrir injurias, me encontré sola, insegura por mi futuro y con el doloroso sentimiento de tristeza por lo que un día fue. 

Y os diré que no fue fácil en absoluto. Pero os confieso que no hay mayor consuelo en estos momentos como la familia. Cuando todo se tambalea y sólo tu quedas de pie, haciendo malabarismos para no caer, si tienes una familia que te dé la mano para no hundirte, mejor que mejor.

Hay todavía algo más fundamental para seguir adelante: amarte a ti misma. Y también, intentar no pensar negativamente lo mismo todos los días porque puedes caer en el mal hábito mental de ser pesimista.

No iba a ser cautiva de mi pasado. Lo que fue, ya pasó. El "Ahora" y el "En adelante" es lo que importa.

Es verdad, que yo por naturaleza soy una persona alegre y optimista, pero os digo que no hay mejor manera de interpretar y procesar los obstáculos en la vida. E aquí mi secreto para no hacer de mi vida una tragedia. 

Me propuse un objetivo y éste fue "voy a ser feliz". Y cuando te inspira algo para ti importante; todos tus pensamientos rompen sus ataduras y límites; tus fuerzas vuelven de no sé dónde, para centrar la mente y la conciencia a ese fin.

Antes hacía cosas que no quería hacer, y que hacía por contentar a los demás. Ahora la única razón para hacer algo es porque quiero, y porque sé que es lo mas correcto que puedo hacer.

Comprendí que si quería hacer alguna mejora en mi mundo, debía empezar por modificar ciertas cosas por dentro. Así que reuní todo mi valor para dominar mis pensamientos. Aquellos pensamientos que me decían que era no querida, solitaria, insegura, tímida, fracasada, incomprendida; y todos aquellos miedos horribles a verme en el futuro sola, triste, amargada, vieja, aburrida, pobre y fea. Intenté dominarme; el miedo no es más que un monstruo mental que tú mismo te creas: una corriente negativa.

Me auto discipliné.

Necesitaba estar sola y respirar algo de paz, así que sin ganas, cada día iba a caminar con mi perro por el parque o la montaña durante el tiempo que pudiera. El contacto con la naturaleza me tranquilizaba y me hacía bien. A la vez, hacía deporte. Es importante respirar profundamente, llenar bien los pulmones y dejar escapar el aire como si de energía negativa se tratase.

Luego empecé a comer bien. Cocinaba sano, más vegetariano, más ligero: mejor. Intenté aprender cosas diferentes, adquirir conocimientos nuevos y por tanto leía mucho, pero solo cosas que me enriquecieran el espíritu.

Otra cosa, indiscutiblemente satisfactoria, fue tomar el sol, porque el sol te da alegría y nos pone de buen humor. El siguiente punto fue mas difícil porque sin duda el dormir bien, es fundamental y a mi, los problemas con la hipoteca de mi piso no me dejaban descansar. Así que cada noche me hacía una infusión, ponía música suave, me fumaba un cigarro en quietud y luego me tomaba una pastilla de valeriana. ¡A dormir!. Un consejo si me lo permites, no mires las noticias, ni repases mentalmente los acontecimientos del día antes de acostarte. ¡Relájate! 

Me costaba horrores reír. Volver a sonreír. Nada me hacía especialmente gracia. No tuve otro remedio que mirar comedias y buscar chistes malos por Internet. No funcionó. Eso me preocupaba de verdad. Hacía mucho tiempo que no escuchaba mi risa. Y un día de bajón, busqué por Google "maneras de suicidarse" y encontré un manual en el que explicaban como si te encierras en el coche, y pones un tubo de plástico desde el tubo de escape hacia la ventanilla del coche medio cerrada, y dejas que el coche se llene de humo, te mueres medio inconsciente. Me imaginé a mi misma, allí en Leroy Merlin, buscando el puñetero tubo de plástico, midiendo la longitud y decidiéndome entre el verde o el marrón...y sin querer me empecé a reír. A reírme de mi misma por mi patetismo. Por mi atrevimiento a pensar en algo que jamás haría de verdad. Y allí, sola en mi habitación, me tronché de risa yo sola. Por muy fuerte que parezca, el manual de suicidio consiguió lo que nadie ni nada pudo hacer por mi: hacerme reír.

Al parecer, mi vida iba mejorando poquito a poquito, lentamente, pero los problemas económicos no desaparecen por mucho que la mente se esfuerce. Completamente segura de mi misma y convencida de que iba a ser bueno para mi, adopté una vida sencilla. No usaba ropa cara, no compraba caprichos superfluos, no iba a restaurantes, me compré el móvil más pordiosero que encontré (y que todavía tengo): no gastaba de más. Simplemente, reduje mis necesidades. Pensar que aquello que poseemos, nos posee. Es decir, cuantas más cosas materiales tenemos, más miedo tenemos a perderlas. Sentimos apego por nuestras cosas hasta el punto de que el mero hecho de perderlas nos limita a tomar decisiones, coartan nuestra libertad. Vivir con lo esencial nos libera del miedo a perder mucho.

Al final, después de 9 meses, admito que después de muchas angustias, he ganado en confianza, en seguridad, en humildad, en coraje y en paciencia. Son principios con los que vivo en armonía cada día y esto a la vez me da una profunda sensación de paz interior. Mi vida es ahora virtuosa, una vida con sentido que no cambiaría por la de antes. Porque cuando tu nutres tu mente y espíritu, en realidad estás alimentando tu alma. Cuando tu te perfeccionas, estás perfeccionando la vida de los que te rodean.

Tuve que reunir mucho coraje para salir de mi zona de confort y el cambio, en un principio fue incómodo y arriesgado, pero es la manera más segura de tener una vida en la que tu tienes el poder para la realización de un propósito: sentir la máxima felicidad.




El que controla sus pensamientos, controla su mente, controla su vida. Y cuando alcanzas la fase de controlar totalmente tu vida, te conviertes en dueño y señor de tu destino.  (Robin Sharma).

Comentarios


  1. No saps les coses que et podria arribar a dir després de llegir aquest post, suposo que la majoria ja te les he comentat en persona, però tinc la necessitat de dir.te a tu i a totes les persones que et llegeixen (que no són poques) que per mi ets i seràs una persona exepcional, que tens un gran potencial interior i com tu bé ja saps ets una de les meves grans alegries i punts de recolçament al llarg d’aquets anys.

    A la vida ens envolta molta gent, però els amics de debò són aquells amb els que pots comptar sempre, encara quan no et surten les paraules per parlar o encara que tan sols sàpigues que estan allà en la distància. Però SEMPRE, SEMPRE hi són, això no ho oblidis mai.

    Crec que la neteja personal i la soledat és molt important, però un cop fet això s’ha de sortir a lluitar i vèncer a tot aquell o allò que ens vulgui fer mal.

    Un cop més estic molt orgullosa de tu!!!! I ara ets la única persona que planeja un suïcidi i busca una manguera que pugui arribar a combinar, ETS ÚNICA, NO CANVÏIS MAI!!! Són ells els que tenen el problema...



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    1. (...) Els homes ja no tenen temps de conéixer res. Tot ho compren fet, a les tendes. Però com que de tendes d'amics no n'hi ha, els homes ja no tenen amics -digué la gineu (...)

      (...) No t'othom l'ha tingut, un amic - digué el petit príncep.(...)

      (...) Adéu -digué la guineu-. Heus aquí el meu secret. És molt senzill: només hi veiem amb el cor. Tot el que és essencial és invisible als ulls.

      (El Petit Príncep. Antoine de Saint-Exupéry).

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  2. Per cert sóc la Mireia Mas, però això ja ho saps.....

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